En 2023, España registró 2.294 casos de legionelosis, consolidándose como el tercer país europeo con mayor tasa de incidencia según el Instituto de Salud Carlos III. Cada semana, las autoridades sanitarias municipales realizan inspecciones oficiales en instalaciones de agua para verificar el cumplimiento del RD 487/2022, una normativa que puede determinar el cierre inmediato de establecimientos que pongan en riesgo la salud pública.
¿Qué engloba el control oficial de instalaciones municipales en riesgo de legionella?
El control oficial en instalaciones de riesgo de legionella municipales constituye el procedimiento sistemático mediante el cual las autoridades sanitarias verifican que los sistemas de agua fría de consumo humano (AFCH) y agua caliente sanitaria (ACS) cumplen con los requisitos establecidos en la legislación vigente.
Esta actividad de supervisión sanitaria oficial no se limita a una simple revisión documental. Las inspecciones abarcan desde la evaluación del estado físico-sanitario de las instalaciones hasta la comprobación de parámetros críticos como temperatura, cloro residual y pH en tiempo real. Los inspectores municipales deben verificar que cada elemento del sistema de distribución de agua funciona correctamente y que los programas de autocontrol se ejecutan según las frecuencias establecidas.
La importancia de estas verificaciones oficiales radica en que las instalaciones de agua representan el principal vector de transmisión de Legionella pneumophila en entornos urbanos. Los aerosoles generados por duchas, grifos pueden dispersar la bacteria hasta varios metros de distancia, afectando tanto a usuarios como a transeúntes.
Marco normativo del RD 487/2022 y actualizaciones del RD 614/2024
El Real Decreto 487/2022, que entró en vigor el 2 de enero de 2023, estableció un enfoque basado en análisis de riesgos que supera el modelo anterior de listas de verificación. Esta normativa introduce el concepto de Plan de Prevención y Control de Legionella (PPCL), que sustituye a los antiguos programas de autocontrol con una metodología más específica y adaptada a cada instalación.
Las actualizaciones del RD 614/2024 han refinado aspectos relacionados con la la responsabilidad del gestor de la explotación y mayor flexibilidad sobre el vaciado de los depósitos de ACS con la intención de hacer un uso más sostenible del agua. Especialmente relevante es la nueva cualificación profesional SEA492_2, que se materializa con el Certificado de profesionalidad SEA_C_002_4B – Mantenimiento higiénico‑sanitario de instalaciones susceptibles de proliferación de Legionella, que establece un marco permanente para la acreditación de competencias en prevención y control de legionelosis.
Este marco normativo obliga a los responsables técnicos a mantener una documentación específica adaptada a la realidad de la instalación, que incluye esquemas hidráulicos actualizados, registros de mantenimiento diario y certificaciones anuales de limpieza y desinfección. El incumplimiento de estos requisitos puede resultar en sanciones económicas o el cierre temporal de la instalación.
Las autoridades municipales realizan ahora inspecciones más precisas sobre el terreno para evaluar el riesgo real de cada instalación, lo que permite enfocar los recursos de inspección en aquellos puntos que presentan mayor probabilidad de proliferación bacteriana.
Fases esenciales de la inspección oficial
La inspección oficial de instalaciones de legionella se estructura en tres fases diferenciadas que garantizan una evaluación exhaustiva del cumplimiento normativo. Este procedimiento sistemático permite a los inspectores municipales detectar deficiencias tanto documentales como técnicas que puedan comprometer la seguridad sanitaria.
Revisión documental previa
Antes de acceder físicamente a la instalación, los inspectores sanitarios analizan el informe de la última inspección realizada y el esquema hidráulico actualizado. Esta fase permite identificar antecedentes de incumplimientos, modificaciones no comunicadas en la instalación y patrones de mantenimiento deficientes.
La revisión previa incluye el análisis de analíticas de legionella de los últimos doce meses, verificando que las frecuencias de muestreo trimestral se han respetado y que los resultados se mantienen dentro de los límites establecidos. Los técnicos municipales comprueban también que las empresas de mantenimiento figuran en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (ROESB).
Inspección in situ de la instalación
Durante la inspección física, los profesionales evalúan el estado sanitario de depósitos, acumuladores y circuitos de distribución. Esta fase incluye mediciones en tiempo real de parámetros críticos como temperatura del agua caliente (≥60°C en acumuladores, ≥50°C en retornos), cloro libre residual (0,2-1 mg/L) y pH en puntos representativos del sistema.
Los inspectores verifican el funcionamiento de sistemas de dosificación automática en depósitos de agua fría, comprobando que la recirculación alcanza aproximadamente el 20% del volumen total. También evalúan la accesibilidad de válvulas de purga, la señalización de tuberías con sentido de flujo y la ausencia de tramos fuera de servicio que puedan favorecer el estancamiento del agua.
Verificación documental en el establecimiento
La tercera fase consiste en comprobar que la documentación obligatoria se encuentra disponible, actualizada y correctamente cumplimentada en el propio establecimiento. Los inspectores revisan los registros de mantenimiento diario, semanal, mensual, trimestral y anual según el parámetro que se trate según marca la ley, verificando que están firmados por personal técnico competente.
Se comprueba especialmente que las fichas de datos de seguridad de biocidas y productos químicos estén actualizadas (posteriores al 31 de diciembre de 2022) y que el personal responsable posea la formación requerida según su nivel de responsabilidad.
Esta metodología permite detectar tanto deficiencias estructurales como fallos en los procedimientos de mantenimiento, asegurando que ningún aspecto crítico para la prevención de legionelosis quede sin evaluar.
¿Qué documentación debe estar disponible durante la inspección?
La documentación obligatoria para inspecciones de legionella constituye la base probatoria del cumplimiento normativo, esta puede estar en formato papel o en formato digital. Los responsables técnicos deben mantener actualizada esta información y garantizar su disponibilidad inmediata durante las visitas oficiales.
¿Qué debe contemplar el esquema hidráulico actualizado?
El esquema hidráulico debe reflejar el recorrido completo del agua, incluyendo sentido de flujo, acometida principal, válvulas antirretorno, de purga y mezcla, circuitos primario y secundario, puntos de retorno y ubicación de depósitos. También debe especificar los tratamientos de desinfección, sistemas de filtración y equipos de ósmosis inversa cuando existan.
Plan de Prevención y Control de Legionella (PPCL)
El PPCL sustituye al antiguo programa de autocontrol e incluye diagnóstico específico de la instalación, programas detallados de mantenimiento, protocolos de tratamiento del agua, programas de muestreo microbiológico y registros de formación del personal. Este documento debe adaptarse a las características particulares de cada instalación.
Registros de mantenimiento y control
Los registros del Anexo IV contemplan plantillas específicas para controles diarios (temperatura en acumuladores ≥60°C), semanales (purga de fondos), mensuales (temperatura en grifos terminales), trimestrales (revisión general) y anuales (limpieza y desinfección integral). Todos los registros deben estar firmados por personal técnico competente.
Adicionalmente, se requiere la certificación anual de limpieza y desinfección emitida por empresa inscrita en ROESB, con analíticas de verificación realizadas entre 15-30 días posteriores al tratamiento. Las fichas de datos de seguridad de biocidas TP4 deben estar actualizadas y accesibles para el personal operativo.
La correcta gestión documental no solo evita sanciones, sino que proporciona trazabilidad completa de las actuaciones preventivas realizadas en la instalación.
¿Cuáles son los requisitos físicos críticos de las instalaciones?
Los requisitos físicos de instalaciones de riesgo determinan la capacidad del sistema para prevenir la proliferación de Legionella. Los inspectores oficiales evalúan puntos críticos que, de presentar deficiencias, pueden convertir la instalación en un foco de dispersión bacteriana.
Condiciones de la sala técnica
La sala técnica debe mantenerse limpia, accesible y con sistema de drenaje funcional para evitar encharcamientos que favorezcan el crecimiento microbiano. Los inspectores verifican la ausencia de tramos fuera de servicio, elementos inoperativos y signos visibles de corrosión, incrustaciones o biofilm en tuberías y equipos.
Estado de elementos y componentes
Las tuberías deben estar señalizadas con indicación del sentido de flujo y elementos singulares claramente identificados. Los grifos de muestreo deben ubicarse estratégicamente para permitir analíticas representativas del sistema. Las mezcladoras termostáticas requieren tramos posteriores ≤5 metros o ≤3 litros para minimizar el riesgo de temperaturas inadecuadas.
Sistemas de medición y control
Los depósitos de agua fría deben permanecer cerrados, aislados térmicamente y con temperatura interior controlada. Requieren dosificador automático que recircule aproximadamente el 20% del volumen y válvula de purga para renovación del agua estancada.
Los acumuladores de ACS necesitan puntos de muestreo, purga de fondo, termómetros representativos y válvulas antirretorno en la entrada de agua fría. Los inspectores comprueban que la temperatura de impulsión alcance ≥60°C y el retorno ≥50°C.
El mantenimiento de estas condiciones físicas resulta fundamental para que los tratamientos químicos y térmicos mantengan su eficacia a largo plazo.
¿En qué se fija el inspector de sanidad en el control de biocidas y productos químicos?
El control de biocidas en instalaciones de legionella constituye uno de los aspectos más críticos de la inspección oficial. Los productos químicos mal gestionados no solo pierden eficacia, sino que pueden generar riesgos adicionales para la salud pública.
¿Qué tipo de biocidas se usan para la desinfección de leigonella?
Los inspectores verifican que únicamente se utilicen biocidas autorizados como TP2 para utilizarlo como desinfectante y alguicida no destinado a la aplicación directa a personas o animales y TP5 registrado oficialmente para desinfección de agua potable. El almacenamiento debe realizarse en espacios protegidos de la intemperie, con temperaturas estables que preserven la actividad del principio activo.
Las compras deben planificarse en cantidades que eviten la caducidad antes del uso, ya que los biocidas vencidos pierden eficacia y pueden generar subproductos no deseados. El manejo corresponde exclusivamente a personal profesional cualificado que conozca las dosis, tiempos de contacto y medidas de seguridad específicas.
Fichas de datos de seguridad
Las fichas de datos de seguridad (FDS) deben estar actualizadas con fecha posterior al 31 de diciembre de 2022 y permanecer accesibles para el personal operativo. Estas fichas incluyen información crítica sobre compatibilidades químicas, equipos de protección individual necesarios y actuaciones en caso de emergencia.
Los inspectores comprueban que el neutralizante específico para cada tipo de desinfectante se encuentre disponible tanto para las empresas de muestreo como para la autoridad sanitaria en caso de analíticas oficiales.
El uso adecuado de biocidas no solo garantiza la eficacia del tratamiento, sino que minimiza la formación de resistencias bacterianas y subproductos de desinfección potencialmente perjudiciales.
Comprobaciones técnicas durante la inspección
Las comprobaciones técnicas in situ constituyen el núcleo de la inspección oficial, donde los parámetros teóricos se contrastan con la realidad operativa de la instalación. Los inspectores realizan mediciones en tiempo real que determinan la eficacia de los sistemas de prevención.
Parámetros en depósitos de agua fría
Los depósitos de AFCH deben mantener temperatura interior <20°C para inhibir el crecimiento bacteriano. Los inspectores verifican el funcionamiento del dosificador automático de cloro y comprueban que la recirculación alcance aproximadamente el 20% del volumen total del depósito.
Control de acumuladores de ACS
En los acumuladores de agua caliente sanitaria, las mediciones críticas incluyen temperatura de impulsión ≥60°C y retorno ≥50°C. Los inspectores comprueban la representatividad de los termómetros instalados y verifican que las válvulas antirretornos en entrada de agua fría funcionen correctamente para evitar reflujos.
Verificación en circuitos terminales
Los puntos terminales distales deben alcanzar ≥50°C en ACS y ≤24°C en AFCH. El cloro libre residual debe mantenerse entre 0,2-1 mg/L en toda la red de distribución. Los inspectores comprueban también el pH cuando se realiza dosificación química y verifican que las válvulas de drenaje permitan purgas mensuales efectivas.
Durante estas comprobaciones, los técnicos municipales evalúan la homogeneidad de temperaturas en diferentes puntos, identificando posibles zonas muertas o recirculaciones deficientes que favorezcan la proliferación de Legionella.
Las mediciones en tiempo real proporcionan una fotografía instantánea del funcionamiento del sistema, revelando discrepancias entre los registros documentales y la realidad operativa.
Programas de mantenimiento y muestreo obligatorios
Los programas de mantenimiento preventivo establecen las frecuencias mínimas para garantizar el funcionamiento óptimo de las instalaciones. El cumplimiento de estos cronogramas constituye un indicador clave durante las inspecciones oficiales.
Frecuencias de mantenimiento según anexos
El mantenimiento diario incluye verificación de temperatura en acumuladores (≥60°C) y retorno (≥50°C) para ACS, además del control de cloro y pH en terminales representativos para AFCH. Semanalmente se realizan purgas de fondo en acumuladores y verificación de depósitos <20°C.
Las actuaciones mensuales contemplan medición de temperatura en grifos cercanos y distales, junto con purga de sedimentos a través de válvulas específicas. Trimestralmente se ejecuta revisión general sin vaciado obligatorio.
Protocolos de muestreo trimestral
Los análisis microbiológicos de Legionella y aerobios totales deben realizarse cada tres meses en puntos estratégicos: depósito AFCH, acumulador ACS, circuito de retorno y terminales designados según la Tabla 2 del anexo correspondiente.
¿Cuándo debemos realizar la Limpieza y desinfección anual de legionella?
La limpieza y desinfección integral debe ejecutarse en intervalos ≤12 meses mediante método químico (biocida TP4) o térmico (choque >70°C). Las analíticas de verificación se realizan entre 15-30 días posteriores, con número de muestras según dimensiones de la instalación.
El cumplimiento riguroso de estas frecuencias no solo asegura el control bacteriológico, sino que facilita la detección temprana de anomalías antes de que comprometan la seguridad sanitaria.
Formación y competencias del personal responsable
La cualificación del personal técnico representa un pilar fundamental en la prevención de legionelosis. Los inspectores oficiales verifican que cada función esté desempeñada por profesionales con la acreditación específica requerida según su nivel de responsabilidad o trabajos que desempeñen.
¿Qué tipo de formación y capacitación se requiere para cumplir con la nueva normativa en materia de legionella?
El responsable técnico debe poseer Nivel 3, correspondiente a titulados universitarios o Técnicos Especialistas en Salud Ambiental (TESA). Este perfil asume la responsabilidad de supervisar el cumplimiento del PPCL y coordinar las actuaciones preventivas.
El personal de limpieza y desinfección requiere Nivel 2, manteniéndose válidos los certificados emitidos bajo la Orden SCO/317/2003 hasta el 2 de enero de 2028. Para aquellos que realizan operaciones menores como el control de pH, turbidez, temperatura, etc, es suficiente la formación adaptada a la actividad que desarrolle, según indica el artículo 18 del RD 487/2022, dicha formación vendrá reflejado en el Plan de formación que haya implementado la empresa dentro del PPCL o PSL de la empresa.
Nueva cualificación SEA492_2, la acreditación por competencias
La cualificación profesional SEA492_2 establece un procedimiento permanente de acreditación que sustituye gradualmente al sistema anterior, esta formación será necesaria únicamente para aquellos operarios que realicen ellos mismos las tareas de desinfección anuales con biocidas y no contraten a una empresa externa de sanidad ambiental externa, por supuesto los trabajadores de estas empresas estarán en posesión de dicha cualificación profesional. El DOGV 10008 del 18 de diciembre de 2024 para el caso de la Comunidad Valenciana, proporciona un marco estable para la acreditación por competencias en prevención y control de legionelosis.
Esta nueva cualificación permite a los profesionales del sector disponer de una vía de acreditación continua, sin limitaciones temporales como ocurría con las certificaciones anteriores.
La correcta cualificación del personal no solo cumple con las exigencias legales, sino que garantiza que las actuaciones preventivas se ejecuten con el rigor técnico necesario para mantener la eficacia del sistema.
FAQs: Preguntas frecuentes sobre control oficial en instalaciones de riesgo de legioenlla
¿Con qué frecuencia se realizan las inspecciones oficiales de legionella? Las autoridades sanitarias municipales establecen la periodicidad según el riesgo de cada instalación. Generalmente se realizan inspecciones anuales, aunque instalaciones con antecedentes de incumplimientos o mayor complejidad pueden requerir seguimientos más frecuentes.
¿Qué documentos debo tener preparados para una inspección oficial? Esquema hidráulico actualizado, Plan de Prevención y Control de Legionella (PPCL), registros de mantenimiento del Anexo IV firmados, certificación anual de limpieza y desinfección, analíticas de los últimos 12 meses y fichas de datos de seguridad actualizadas de todos los biocidas utilizados.
¿Pueden cerrar mi instalación durante una inspección? Sí, si los inspectores detectan riesgo grave e inminente para la salud pública, como temperaturas inadecuadas mantenidas, ausencia de desinfección o proliferación bacteriana confirmada. El cierre se mantiene hasta corregir las deficiencias y verificar analíticamente la seguridad del sistema.
¿Qué nivel de formación necesita el responsable técnico de la empresa de sanidad ambiental o si es mi propia empresa quien realiza las desinfecciones de legionella? El responsable técnico debe poseer Nivel 3: titulación universitaria relacionada con el ámbito sanitario, técnico o químico, o ser Técnico Especialista en Salud Ambiental (TESA). Esta persona asume la responsabilidad del cumplimiento del Plan de Prevención y Control.
¿Cada cuánto tiempo debo realizar analíticas de legionella? Los análisis microbiológicos de Legionella y aerobios totales deben realizarse trimestralmente en puntos estratégicos: depósito de agua fría, acumulador de ACS, circuito de retorno y terminales designados. Adicionalmente, tras cada limpieza y desinfección anual.
¿Qué temperaturas son obligatorias mantener en mi instalación? Agua caliente sanitaria: ≥60°C en acumuladores e ≥50°C en retornos y puntos distales. Agua fría de consumo humano: ≤20°C en depósitos y ≤24°C en terminales. El cloro libre residual debe mantenerse entre 0,2-1 mg/L en toda la red.
El camino hacia instalaciones libres de riesgo
El control oficial en instalaciones de riesgo de legionella municipales ha evolucionado desde un modelo de verificación básica hacia un sistema integral de gestión del riesgo. Esta transformación, impulsada por el RD 487/2022, sitúa a España en la vanguardia europea de la prevención de legionelosis.
Las inspecciones oficiales actuales no se limitan a comprobar el cumplimiento formal de requisitos, sino que evalúan la eficacia real de los sistemas de prevención implementados. Los responsables técnicos que adopten un enfoque proactivo, manteniendo documentación actualizada, formación continua del personal y parámetros de control dentro de los rangos establecidos, no solo evitarán sanciones, sino que contribuirán significativamente a la reducción de los 2.294 casos anuales de legionelosis registrados en nuestro país.
La importancia de estos procedimientos ha sido reconocida por instituciones como la Unidad de Sanidad Ambiental del Centro de Salud Pública de Gandia, que organizó una jornada formativa específica sobre control oficial de instalaciones de riesgo de legionella, abordando aspectos técnicos, normativos y prácticos que constituyen la base del contenido desarrollado en este artículo.
La colaboración entre autoridades sanitarias municipales, empresas especializadas como ICSAM y responsables de instalaciones constituye la base para alcanzar el objetivo común: instalaciones seguras que protejan la salud pública sin comprometer la funcionalidad operativa de los sistemas de agua.
El control oficial de legionella representa más que una obligación normativa; es la garantía de que cada gota de agua distribuida en nuestras instalaciones municipales cumple con los más altos estándares de seguridad sanitaria.
Joan Pere Pastor
Dirección Técnica en Servicios de Sanidad Ambiental
ICSAM