El Ministerio de Sanidad refuerza la estrategia nacional ante el aumento de enfermedades vectoriales
El Ministerio de Sanidad ha publicado recientemente una actualización del documento técnico “Técnicas de Gestión Integrada de Vectores”, incluido en el Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las Enfermedades Transmitidas por Vectores. Este plan, aprobado por la Comisión de Salud Pública, busca reforzar la capacidad del país para hacer frente a vectores como mosquitos, garrapatas o flebótomos, que pueden transmitir enfermedades graves a humanos y animales.
En los últimos años, la aparición de casos autóctonos de virus del Nilo Occidental en diferentes comunidades autónomas, junto al riesgo latente de enfermedades como el dengue, el zika o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de estrategias eficaces, sostenibles y coordinadas para el control de vectores en el territorio español.
Este nuevo marco, basado en el principio de “Una Sola Salud”, plantea una visión integral en la que salud humana, animal y medioambiental se interrelacionan. La gestión integrada de vectores (GIV) se presenta como una herramienta clave que permite reducir la presencia de especies transmisoras sin comprometer el equilibrio ecológico ni generar resistencias a insecticidas.
El documento detalla los métodos más actualizados de vigilancia entomológica, prevención, control físico-biológico y acción comunitaria, además de recordar la obligatoriedad legal de implementar este enfoque tanto por parte de las administraciones públicas como de los actores implicados en salud ambiental y sanidad exterior.
En este contexto, empresas especializadas como ICSAM juegan un papel esencial, ayudando a ayuntamientos y entidades privadas a cumplir con la legislación vigente y proteger a la población ante amenazas cada vez más presentes en nuestro entorno.
¿Qué es la gestión integrada de vectores?
Un enfoque clave para la salud pública y el medio ambiente
La gestión integrada de vectores (GIV) es un enfoque estratégico, sostenible y multidisciplinario para el control de organismos que transmiten enfermedades, como los mosquitos, garrapatas o roedores. Lejos de perseguir su eliminación total, el objetivo es reducir sus poblaciones a niveles que minimicen el riesgo de transmisión de enfermedades.
Este método combina diferentes técnicas adaptadas a las condiciones locales, siempre con una buena relación coste-beneficio, bajo impacto ambiental y una visión centrada en el principio de “Una Sola Salud”.
En empresas especializadas como ICSAM, la GIV se integra en programas de control de plagas en la Comunidad Valenciana y otras zonas de España, especialmente ante amenazas como el mosquito tigre (Aedes albopictus), especie exótica invasora presente en nuestro territorio.
Más información sobre el servicio de control del mosquito tigre en ICSAM:
https://icsam.net/servicios/control-de-plagas/mosquito-tigre
Beneficios principales de este enfoque:
- Disminuye el riesgo sanitario por enfermedades vectoriales como el dengue, zika o fiebre del Nilo Occidental.
- Minimiza el uso de productos químicos, priorizando métodos naturales y sostenibles.
- Evita resistencias a insecticidas al usar estrategias combinadas.
- Fomenta la participación ciudadana y municipal, clave para el éxito.
Esta gestión no es un protocolo cerrado, sino una estrategia dinámica que se adapta al entorno geográfico, climático y social de cada territorio.
Principales técnicas de la gestión integrada de vectores
Métodos complementarios con un objetivo común
La gestión integrada de vectores en España se basa en la combinación racional de distintas herramientas de control. Estas se escogen y aplican según las características del vector y la zona afectada:
- Control físico: uso de barreras como mosquiteras, eliminación de criaderos o mejora del saneamiento urbano.
- Control biológico: incorporación de depredadores naturales o agentes como el Bacillus thuringiensis.
- Control químico selectivo: empleo responsable de larvicidas e insecticidas cuando sea necesario.
- Control ambiental: eliminación o tratamiento de aguas estancadas y otros focos de reproducción.
- Protección personal: educación sobre el uso de repelentes, ropa adecuada y hábitos preventivos.
Además, se implementan sistemas de vigilancia entomológica para detectar precozmente nuevas especies invasoras o evaluar la efectividad de las medidas adoptadas.
La combinación de métodos reduce la dependencia de una sola estrategia, mejorando los resultados a largo plazo y reduciendo los riesgos asociados.
Marco legal de la gestión integrada de vectores en España
Normativa que sustenta la acción pública
En España, la gestión y control de vectores como el mosquito tigre (Aedes albopictus) está respaldada por un marco legal sólido que distribuye responsabilidades entre ayuntamientos, comunidades autónomas y la Administración General del Estado.
Los ayuntamientos tienen competencias en salubridad pública según la Ley 7/1985 y la Ley 14/1986 (capítulo III), lo que les asigna el control de plagas. No obstante, cuando estas plagas son vectores de enfermedades, entran en juego otras normativas específicas.
El Aedes albopictus está catalogado como especie exótica invasora bajo el art. 64 de la Ley 42/2007 y el Real Decreto 630/2013. Su control recae en las comunidades autónomas, aunque pueden delegar en los municipios mediante acuerdos. Aun así, el mantenimiento de la salubridad urbana y periurbana sigue siendo competencia local.
Para otras especies no incluidas en dicho catálogo (como los mosquitos del género Culex), el control puede justificarse si su presencia supone un riesgo para la salud humana, conforme al artículo 61 de la Ley 42/2007. En estos casos, se requiere autorización administrativa, aunque se permite actuar de forma más directa cuando hay normativa sectorial sanitaria aplicable (art. 54.5).
La vigilancia y control en puertos y aeropuertos corresponde al Estado, bajo el amparo de la Ley 14/1986, la Ley 33/2011 (art. 37 y 52.3) y el Real Decreto 1418/1986, con posibilidad de intervenir directamente en situaciones urgentes o extraordinarias.
Todo ello se enmarca en una estrategia nacional coordinada basada en el principio de “Una Sola Salud”, que requiere la colaboración entre todos los niveles de la administración. Según el Real Decreto 2210/1995 y el Reglamento (UE) 2022/2371, la notificación de alertas sanitarias por vectores es obligatoria ante amenazas graves, inusuales o de rápida expansión.
Por último, si durante una alerta sanitaria las autoridades encuentran resistencia ciudadana al acceso a propiedades para realizar acciones de control, pueden ampararse en la Ley Orgánica 3/1986, que permite medidas coercitivas para proteger la salud pública.
Vigilancia, prevención y participación: pilares de la GIV
Cómo se organiza un plan de gestión eficaz
Una gestión eficaz de vectores requiere un enfoque colaborativo, estructurado y continuo. Para ello, el Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores establece un marco de actuación con los siguientes elementos:
- Diagnóstico inicial: análisis del entorno, especies presentes, estacionalidad y riesgos asociados.
- Vigilancia sistemática: uso de ovitrampas, muestreos larvarios, trampas de adultos y colaboración ciudadana.
- Plan de acción adaptado: selección de medidas de control según los resultados del diagnóstico.
- Evaluación y mejora continua: revisión de resultados, detección de resistencias y actualización de protocolos.
En este modelo, se promueve la participación activa de los municipios y la ciudadanía, ya que la mayoría de criaderos se localizan en propiedades privadas (más del 70%).
La prevención se convierte en una responsabilidad compartida que requiere educación, concienciación y recursos técnicos.
Casos prácticos de aplicación de la GIV
Ejemplos de éxito en territorio español
Uno de los ejemplos más relevantes en nuestro país es la actuación frente al mosquito tigre en áreas urbanas y costeras del Mediterráneo:
- Identificación de focos de cría en imbornales, macetas, neumáticos y fuentes ornamentales.
- Uso de larvicidas biológicos en puntos no eliminables.
- Revisión y limpieza de canaletas, desagües y piscinas públicas y privadas.
- Campañas educativas dirigidas a vecinos y responsables municipales.
- Fumigación selectiva en zonas de alto riesgo en plena temporada estival.
Estos planes permiten reducir significativamente la población de mosquitos y el riesgo de transmisión de enfermedades como el dengue o el virus del Nilo Occidental.
La intervención precoz, un diagnóstico preciso y la coordinación institucional son claves para el éxito de estos programas.
El papel de ICSAM en la gestión integrada de vectores
Compromiso con la salud ambiental
ICSAM es una empresa especializada en sanidad ambiental, control de plagas y formación técnica. Su equipo profesional aplica los principios de la GIV para ofrecer soluciones eficaces, seguras y sostenibles adaptadas al marco normativo español y a las necesidades de cada cliente.
Entre sus servicios destacados se encuentra el control del mosquito tigre, una amenaza creciente en muchas regiones de España, especialmente en zonas urbanas y turísticas.
- Evaluaciones entomológicas
- Diagnóstico y diseño de planes de actuación
- Aplicación de tratamientos físico-biológicos
- Seguimiento técnico y asesoramiento a medida
ICSAM se convierte así en un aliado estratégico para ayuntamientos, empresas y particulares comprometidos con la prevención sanitaria y la sostenibilidad ambiental.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Qué diferencia hay entre control de vectores y gestión integrada de vectores?
El control de vectores puede ser puntual y centrado en una técnica (por ejemplo, insecticidas). En cambio, la gestión integrada de vectores es un enfoque completo, estratégico y sostenible que combina múltiples métodos.
¿Qué enfermedades se pueden prevenir con la GIV?
Principalmente el dengue, zika, virus del Nilo Occidental, malaria, leishmaniosis y enfermedades transmitidas por garrapatas como la enfermedad de Lyme o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
¿Cuándo debe aplicarse un plan de GIV?
De forma preventiva todo el año, intensificando las acciones en primavera-verano, cuando las poblaciones de vectores aumentan.
¿La ciudadanía tiene un papel en la GIV?
Sí. Más del 70% de criaderos de mosquitos se encuentran en domicilios y jardines privados. La educación ciudadana es esencial para evitar la proliferación.
Claves para un futuro saludable y sostenible
La gestión integrada de vectores no es solo una herramienta sanitaria: es una inversión en salud pública, bienestar y sostenibilidad. Requiere compromiso institucional, recursos técnicos y participación activa de toda la sociedad. Empresas como ICSAM desempeñan un papel crucial al ofrecer soluciones basadas en evidencia, legislación y experiencia, para crear entornos más seguros y saludables.