Cada año, España registra 2.294 casos de legionelosis (2023), muchos vinculados a instalaciones de agua de uso frecuente. En los alojamientos turísticos, donde los puntos terminales cambian de uso a diario, prevenir la proliferación de Legionella es una prioridad urgente.
¿Por qué es clave abordar la legionella en alojamientos turísticos?
La Legionella en alojamientos turísticos representa un riesgo sanitario relevante, ya que estos espacios concentran instalaciones de agua y equipos que generan aerosoles. En España se notificaron 2.294 casos de legionelosis en 2023, lo que subraya la importancia de aplicar controles preventivos de forma continua.
Datos epidemiológicos recientes en España
El Ministerio de Sanidad confirma que la legionelosis mantiene una incidencia estable en los últimos años, con mayor frecuencia en instalaciones donde el agua puede estancarse o no mantenerse a temperatura adecuada. Esto afecta directamente a hoteles y apartamentos turísticos, donde la ocupación variable altera el uso del agua.
Particularidades de los alojamientos turísticos como entorno de riesgo
Los alojamientos turísticos combinan múltiples puntos terminales, habitaciones que pueden permanecer cerradas y sistemas de ACS complejos. Estos factores facilitan el estancamiento del agua y aumentan la probabilidad de proliferación bacteriana si no se realizan controles regulares.
La prevención en estos establecimientos es esencial para proteger la salud de los huéspedes y garantizar el cumplimiento normativo. Mantener sistemas de agua controlados reduce riesgos y evita problemas operativos.
¿Qué establece el Real Decreto 487/2022 para alojamientos turísticos?
El Real Decreto 487/2022 fija los requisitos sanitarios para prevenir la legionelosis en todas las instalaciones con riesgo de generar aerosoles. En los alojamientos turísticos, esto implica disponer de un sistema de control documentado y operativo que garantice la seguridad del agua en todo momento.
Obligaciones generales del plan de prevención y control (PPCL)
El decreto exige implantar un Plan de Prevención y Control de Legionella (PPCL) que incluya:
- Identificación de las instalaciones con riesgo.
- Evaluación de puntos críticos del sistema de ACS.
- Medidas de control como temperaturas adecuadas, limpieza, desinfección y purgas.
- Programa de muestreos y verificación periódica.
- Registros que acrediten todas las actuaciones.
El PPCL debe estar siempre actualizado y disponible para inspección sanitaria.
Responsabilidad del titular de la instalación
El RD 487/2022 establece que el titular de la instalación es responsable último del cumplimiento. Debe garantizar que el PPCL se implemente correctamente, que el personal esté formado y que los controles se realicen con la frecuencia requerida.
Este decreto marca un marco claro: todo alojamiento turístico debe tener un PPCL funcional, documentado y adaptado a sus instalaciones para asegurar un control eficaz de la legionella.

¿Cómo modifica el Real Decreto 614/2024 el marco anterior y qué supone para los alojamientos?
El RD 614/2024, vigente desde julio de 2024, actualiza el RD 487/2022 para facilitar su aplicación en instalaciones reales sin reducir el nivel de vigilancia sanitaria. Para los alojamientos turísticos, esto implica ajustes operativos importantes que deben incorporarse antes del plazo oficial.
Novedades clave de la normativa
Las modificaciones más significativas son:
- Responsabilidad compartida: además del titular, el explotador de la instalación pasa a ser responsable del cumplimiento.
- Eliminación del vaciado trimestral obligatorio de depósitos de ACS; se sustituye por una revisión trimestral del estado de los acumuladores.
- Ajustes en el muestreo de agua caliente: en alojamientos con pocos puntos terminales, la normativa permite reducir el número mínimo de muestras.
- Clarificación sobre unidades alojativas: cada habitación se considera un único punto terminal a efectos de muestreo, lo que aporta mayor coherencia técnica.
Estos cambios buscan mejorar la eficiencia del control, evitando tareas innecesarias y favoreciendo un mantenimiento más práctico.
Plazo de adaptación y puntos críticos
El decreto fija un plazo claro: todos los PPCL deben estar adaptados antes del 1 de julio de 2025. En la práctica, los alojamientos deben revisar protocolos, ajustar su programa de muestreos y actualizar responsabilidades internas. No hacerlo puede ocasionar incumplimientos en futuras inspecciones.
Integrar estas modificaciones cuanto antes permite optimizar recursos y garantizar que el control de la legionella siga siendo eficaz durante todo el año, independientemente de la ocupación.
Pasos prácticos para que un alojamiento turístico implemente un plan eficaz de prevención
Aplicar un programa de control de la legionella exige un enfoque ordenado. En un alojamiento turístico, donde el uso del agua varía según la ocupación, es esencial estructurar las tareas para minimizar estancamientos y mantener las instalaciones en condiciones seguras durante todo el año.
Evaluación de riesgos y diseño del PPCL
El primer paso consiste en identificar todas las instalaciones que puedan generar aerosoles o favorecer la proliferación de la bacteria: sistemas de ACS, acumuladores, duchas, spas o zonas poco utilizadas.
A partir de esta revisión, se diseña el PPCL, que debe incluir:
- puntos críticos concretos del sistema,
- medidas preventivas asociadas,
- responsables de cada actuación,
- y un programa de verificación.
El objetivo es que cada instalación conozca sus riesgos reales y cuente con un plan adaptado, no genérico.
Medidas técnicas y operativas imprescindibles
Una vez definido el PPCL, es necesario aplicarlo con constancia. Entre las medidas más habituales se encuentran:
- mantener temperaturas de ACS dentro de los rangos adecuados;
- revisar acumuladores y evitar zonas muertas en tuberías;
- purgar duchas y grifos en habitaciones poco usadas;
- realizar la limpieza y desinfección planificada;
- y ejecutar el muestreo según el número de puntos terminales del alojamiento.
Estas actuaciones, coordinadas y registradas, permiten detectar desviaciones antes de que supongan un riesgo sanitario.
Buenas prácticas de gestión y mantenimiento continuo en alojamientos turísticos
Una vez implantado el PPCL, la eficacia del control depende del mantenimiento diario. En los alojamientos turísticos, donde la ocupación fluctúa y algunas habitaciones pueden permanecer cerradas tiempo, la constancia en las tareas es tan importante como el diseño del plan.
Formación del personal y auditorías internas
El personal de mantenimiento y limpieza debe conocer los riesgos de la legionella, saber identificar incidencias y aplicar correctamente las tareas asignadas. La formación periódica es clave para evitar errores y asegurar que todos actúan bajo los mismos criterios.
Además, es recomendable realizar auditorías internas para comprobar registros, validar que las tareas se cumplen y detectar puntos de mejora. Esta revisión evita desviaciones y facilita la preparación ante posibles inspecciones sanitarias.
Control de sistemas ACS, aguas recirculadas y muestreo
El mantenimiento del ACS debe ser constante: control de temperaturas, revisión de acumuladores, comprobación del retorno y eliminación de tramos de tuberías con poco uso.
En paralelo, el muestreo debe realizarse según el número de puntos terminales del alojamiento, teniendo en cuenta que cada unidad alojativa cuenta como uno. Mantener el calendario de análisis actualizado permite actuar rápidamente ante cualquier resultado no conforme y aplicar medidas correctoras sin retrasos.
La combinación de formación, supervisión y control operativo garantiza que el sistema de prevención funcione de forma estable durante todo el año.

¿Qué errores frecuentes conviene evitar?
En los alojamientos turísticos, ciertos fallos se repiten y reducen la eficacia del control de la legionella. El más habitual es trabajar con un PPCL desactualizado, sin incorporar los cambios del RD 614/2024. También es común aplicar protocolos genéricos que no reflejan la realidad del edificio, lo que impide identificar puntos críticos reales.
Otro error frecuente es descuidar habitaciones poco utilizadas: la falta de purgas o de control de temperaturas favorece el estancamiento del agua. A esto se suma, en algunos casos, una documentación incompleta: sin registros fiables, es difícil demostrar que el plan se ejecuta correctamente.
Evitar estas situaciones permite mantener un control más eficiente y reduce significativamente las probabilidades de incidencias sanitarias o incumplimientos normativos.
Preguntas frecuentes
¿Es obligatorio que un apartamento turístico pequeño tenga PPCL?
Sí. Cualquier alojamiento turístico con instalaciones de agua susceptibles de generar aerosoles debe disponer de un PPCL adaptado, independientemente del tamaño o número de habitaciones.
¿Cada habitación cuenta como un punto terminal para el muestreo?
Sí. El RD 614/2024 aclara que cada unidad alojativa se considera un único punto terminal, lo que simplifica el diseño del programa de muestreo.
¿Sigue siendo necesario vaciar los depósitos trimestralmente?
No. El RD 614/2024 elimina esta obligación. Sin embargo, se mantiene la revisión trimestral del estado de los acumuladores, además de la limpieza y desinfección cuando corresponda.
¿Qué ocurre si el análisis detecta Legionella?
Se deben aplicar medidas correctoras: revisión del sistema, choque térmico o desinfección, según el protocolo del PPCL. También debe repetirse el muestreo tras la actuación para verificar la eficacia.
¿Quién es responsable legal del cumplimiento?
El titular y el explotador de la instalación. Ambos comparten responsabilidad en la implantación, actualización y ejecución del PPCL.
¿Cuál es la fecha límite para adaptar el PPCL a la nueva normativa?
El PPCL debe estar actualizado conforme al RD 614/2024 antes del 1 de julio de 2025.






